Estamos acostumbrados a que Disney suela hacernos llegar un mensaje, una lección o una gran historia que nos marque y no quede como una película más en nuestra memoria; y en el caso de El Rey León tenemos una muy grande: El Hakuna Matata, ese singular estilo de vida desenfadado por el que optó el pequeño Simba durante su adolescencia.
En la película de Disney tuvimos la ocasión de conocer a los precursores de esta particular manera de vivir: Timón y Pumba, un Suricato y un Facoquero que acogen a Simba cuando se pierde en el desierto y al que inculcan toda una nueva forma de enfrentarse a los problemas.
Quitando sus pequeñas partes más vinculadas al pasotismo generalizado que a un estilo de vida de paz mental y equilibrio, lo cierto es que muchos de los consejos que obtiene cuando empieza a conocer el Hakuna Matata son muy útiles y todos deberíamos ponerlos en práctica de vez en cuando. Al menos eso creemos y así os lo vamos a demostrar:
Date un capricho de vez en cuando.
Todos trabajamos muy duro para lograr nuestros objetivos, bien sean académicos, laborales o de cualquier otro tema. Entonces, es importante que también te dediques tiempo a ti mismo, de forma que darte un capricho a modo de recompensa por tus esfuerzos puede ser muy beneficioso.
Mantén la negatividad fuera de tu vida.
Al final, la actitud lo es todo. Si no te lo habían dicho antes, te lo decimos ahora. Las cosas dependen de muchas incógnitas, sí, pero tener una buena actitud es el primer paso en el camino hacía tu meta. Para llegar a alejar la negatividad debes juntarte con personas que saquen lo mejor de ti y sacar de tu vida a todas aquellas personas que hagan lo contrario.
Sé tú mismo.
A veces, no nos gusta ser nosotros mismos, nos pasa a todos, pero no debes verlo a sí. Piensa en que, por tu forma de ser, por tus gustos, por tus manías, por tus sentimientos, eres una persona única. Entonces, trata de ser fiel a ti mismo, porque ya te adelantamos que fingir ser otra persona es algo que, a largo plazo, no va a salir bien.
Sé el centro de atención.
Aunque también te decimos que es importante no pasarse, pero a grosso modo todos nos merecemos de vez en cuando un momento de gloria, así que cuando seas el centro de atención, disfrútalo.
No tengas miedo de probar cosas nuevas.
Hay muchas formas de tener nuevas experiencias y la comida puede ser una de esas formas. Prueba a comer cosas que no hayas comido nunca, piensa que puede ser muy enriquecedor y no hablamos sólo del estómago. Lo único que, cuando se trata de comida, a veces hay que dar pequeños saltos de fe, pero en ese momento, recuerda esto: viscoso, pero sabroso.
Cuida las palabras.
En muchas ocasiones decimos cosas que no queremos decir y es que las palabras pueden tener un gran impacto porque pueden causar daño y alegría. A veces, incluso con una única palabra. Nunca subestimes el poder de las palabras y usa ese poder que tienen para hacer el bien, no el mal.
Cuando todo lo demás falla: sacude la melena.
A veces todo se hunde, pero no pasa nada, piensa en positivo y mira el vaso medio lleno. Una vez has tocado fondo, por lógica, sólo puedes ir hacía arriba. La vida es demasiado corta para centrarte en las preocupaciones de la vida, Hakuna Matata.