Orgullo y Prejuicio (2005), dirigida por Joe Wright, es una cautivadora adaptación cinematográfica de la famosa novela de Jane Austen. Ambientada en la Inglaterra del siglo XIX, la película nos sumerge en la vida de las hermanas Bennet y en su lucha por encontrar el amor y la felicidad en una sociedad marcada por las convenciones sociales y las expectativas familiares. Esta historia ya se ha convertido en una de las mejores películas de Keira Knightley que ocupa el papel protagonista.
En esta recopilación de las mejores frases de Orgullo y Prejuicio, hemos juntado las brillantes observaciones y diálogos que retratan las complejidades de las relaciones y los desafíos de superar los prejuicios. La película destaca por su elegancia y su habilidad para transmitir la agudeza de Austen en cada línea de diálogo.
Recopilación de frases célebres y las citas más icónicas de la película Orgullo y Prejuicio
“Somos pocos los que tenemos suficiente valentía para enamorarnos del todo si la otra parte no nos anima”.
“Siempre se aprecia mucho el poder de hacer cualquier cosa con rapidez, y no se presta atención a la imperfección con la que se hace”.
“Es reconocida como verdad absoluta aquella que afirma que un hombre soltero dueño de una gran fortuna ha de sentir algún día la necesidad de casarse”.
“Usted me ha hechizado en cuerpo y alma”.
“¿Y ésta es toda la contestación que he de tener el honor de esperar? Quizás pudiera desear que se me informarse porque con tan escasa prueba de cortesía soy rechazado así”.
“En vano he luchado. No quiero hacerlo más. Mis sentimientos no pueden contenerse. Permítame usted que le manifieste cuan ardientemente la admiro y la amo”.
“La distancia no es nada cuando existe una causa mayor.”
“Las personas cambian tanto que siempre hay algo nuevo que descubrir en ellas.”
“Cuando apreciamos a alguien, a menudo cedemos gustosamente a sus peticiones sin necesidad de que nos convenza con argumentos”
“Soy la criatura más feliz del mundo. Tal vez otras personas lo hayan dicho antes, pero ninguna con tanta justicia.”
“Mis afectos y deseos no han cambiado, pero una palabra suya me silenciará para siempre”.
“Hubiera dado el mundo por haber tenido valor para decir la verdad, para vivir la verdad”.
“Cuanto más conozco el mundo, más me desagrada, y el tiempo me confirma mi creencia en la inconsistencia del carácter humano y en lo poco que se puede uno fiar de las apariencias de bondad o inteligencia”.
“La vanidad y el orgullo son cosas distintas, aunque muchas veces se usen como sinónimos. El orgullo está relacionado con la opinión que tenemos de nosotros mismos; la vanidad, con lo que quisiéramos que los demás pensaran de nosotros”.
