¿Pensabas que no se podía aprender nada de Igor? ¡Falso! De todos los personajes habidos y por haber siempre se puede aprender algo (aunque sea lo que no debe hacerse). Hoy le toca el turno a Igor, el amigo de Winnie de Pooh y uno de nuestros burros favoritos. ¡Vamos allá!
#1 Los amigos de verdad te acompañaran siempre.
¡Y sin importar tu estado de animo! Como sabréis, la perspectiva de Igor puede ser un poco… sombría, pero eso es algo que importe demasiado a sus amigos. Ellos, de algún modo, entienden que cada uno es como es y no merece la pena cambiar a las personas, por eso mismo, le quieren y siguen incluyendo en sus muchas aventuras.
#2 No siempre tienes que sentirte feliz
La verdad es que siempre esperan que seamos felices, pero, la vida no es de color de rosa. Hay muchos momentos felices en ella, pero también hay muchos momentos tristes y está bien que, en esos momentos, te lo tomes con calma y no irradies felicidad.
#3 Los pensadores profundos suelen hablar despacio
En casi todos los casos, hablar despacio tiene una connotación negativa, sin embargo, hablar despacio como lo hace Igor es una señal de que elige sus palabras con cuidado. Las personas que hablan despacio, por regla general, organizan sus pensamientos de una forma clara.
#4 Las mañanas son el peor momento del día.
A menos de que seas una de esas pocas personas que sales de la cama completamente feliz, por regla general, las mañanas no son buena, de hecho, la mayoría de la población odiamos ese momento del día en el que suena el despertador.
#5 No tengas apego a las cosas.
Si eres una de esas personas que suele perder las cosas con mucha facilidad, trata de no tener mucho apego a las cosas. Pensando en positivo, las cosas que realmente importan siempre volverán a ti.
#6 Siempre puedes echar una mano, aunque estes triste.
¿Quién sabe? Igual echar una mano a alguien que lo necesita hace que te sientas mucho mejor contigo mismo.
#7 No tomarse demasiado en serio las cosas puede ser bueno en ciertos momentos.
Está bien, no siempre, depende de la gravedad de la situación, pero, en muchos casos, tomarse las cosas con humor puede ser bueno a la hora de resolver esas mismas cosas.