Meg es uno de los personajes más queridos de Disney, sobre todo por su descaro y confianza en sí misma. Además, su aparición marca un antes y un después, porque en las películas anteriores veíamos cómo la mujer necesitaba ser rescatada por el hombre y sin embargo Meg parece hacerse cargo ella sola de la situación.
#1 No necesita un hombre que la salve.
Meg es una doncella, está en apuros, pero, los puede arreglar ella solita, no necesita que nadie la salve. Es la faceta que más nos llama la atención de Meg. ¡Bravo por ella!
#2 La importancia que tiene el hablar bien.
Sí, Meg también nos enseña la importancia que tiene el hablar bien y tener un amplio vocabulario, por ejemplo, decir «pectorales ondulantes» en lugar de decir simplemente músculos o gran musculatura.
#3 Fue leal a su novio.
Meg fue leal a su novio hasta el punto de llegar a vender su alma al Dios del inframundo para salvarle. Claramente, fue una mala decisión, pero, como vemos a lo largo de la película, ella solita lidia con las consecuencias de sus actos y, a mayores, se convierte en una mejor persona.
#4 Nos habla de los contras del amor.
En las películas de Disney lo que solemos ver son parejas maravillosas sin problemas, en cambio, Hércules, en ese aspecto, es mucho más realista. Cuando tienes cierta edad, sabes que en el amor las cosas no siempre salen bien, de hecho, muchas veces salen mal.
#5 Canta cuando no puedas interioridad tus emociones.
En ocasiones, no podemos guardar dentro de nosotros nuestras emociones y necesitamos «sacarlas». Cuando llegues a ese punto, haz lo que haría Meg: canta una canción hablando de tus emociones.
#6 Su sarcasmo.
El sarcasmo es una de las mejores facetas de Meg, es algo que es parte de su encanto y la verdad es que apreciamos mucho esa faceta suya, de hecho, adoramos sus comentarios.
#7 Nos enseña a ser desinteresados.
Cuando la columna va a caer sobre Hércules, ella le aparta para salvarle y lo último que le dice es que por amor se hacen siempre grandes locuras.
