Los villanos juegan un papel tan importante en la película como el de los propios héroes. Al fin y al cabo, sin ellos no habría historia, no habría reto que superar o malo al que enfrentarse. Por lo que por mucho que les lleguemos a odiar, merecen un respeto ya que sin ellos no habría película o serie que nos gustase tanto. Si hay unos villanos que juegan un papel importantísimo y que nos han marcado a todos, esos son los de Disney.
Esto mismo ha pensado Steven Thompson un diseñador e ilustrador que ha decidido rendir un pequeño homenaje a las grandes villanas de Disney mediante unas ilustraciones increíbles. En ellas ha cambiado por completo el look de las malvadas antagonistas para crear una imagen muy oscura pero con una belleza inigualable. Tampoco ha dejado atrás ningún detalle y ha sido capaz de crear composiciones únicas.
La Reina Malvada
Comenzamos por la que tiene el honor de ser la primera villana de Disney. Hablamos de la Reina Malvada que apareció en 1937 en Blancanieves para atemorizar todos los sueños de los niños de la época y continuar haciéndolo 80 años después. La ilustración de Steven Thompson es de una calidad extraordinaria con unos detalles muy cuidados, siendo el vestido lo que más destaca.
Lady Tremaine
Si algo se caracterizan las historias de princesas es por contar casi siempre con una malvada madrastra que quiere hacer la vida de la protagonista imposible. Este es el caso de Lady Tremaine, la culpable de tener esclavizada durante toda su juventud a Cenicienta y en esta propuesta de diseño podemos apreciar su lado más tenebroso y oscuro
Maléfica
Algo en lo que casi todos los amantes de Disney estaremos de acuerdo es que Maléfica es una de las mejores villanas de Disney y como tal, no podía faltar su ilustración en esta recopilación. En ella Steven Thompson nos presenta al personaje tal y como le vimos en el clásico animado pero con un toque más sombrío y aterrorizante
Úrsula
El artista también ha dedicado un esfuerzo a la villana más temida del mar, la bruja Úrsula. A los dibujos no les falta ni una pizca de detalles y es que lo cierto es que merece mucho la pena pararse a ver cada cachito de la imagen para poder llegar a ver hasta la más mínima aportación de el artista.