Lo bueno de los clásicos Disney es que todos los hemos visto en varios momentos de nuestra vida, y quien diga que no ha vuelto a ver uno de ellos ahora siendo adulto, miente. El poder verlas desde diferentes puntos de vista nos ha hecho valorarlos aún mas y entender cada vez más detalles de las películas. Seguro que al volver a revivir esas historias se te han pasado un millón de cosas por la cabeza y te has dado cuenta de cosas que de niño no entendiste, pero hay algo que todos hemos pensado: ojalá volver a ser niños.
En este artículo hemos repasado los 7 momentos en los que Disney nos ha hecho sentirnos como Peter Pan y querer ser niños para siempre.
#1 Andy jugando con sus juguetes.
¿Hay algo más nostálgico que esto? En nuestro caso, cada vez que vemos a Andy jugando con Woody y los demás nos acordamos de cuándo éramos pequeños y jugábamos con nuestros juguetes favoritos. Hace toda una eternidad de eso, pero, es algo que nos hace sentirnos felices.
#2 El Club de Carl y Ellie.
Admítelo, tú también has tenido un «club secreto». Ya sea con tus hermanos o amigos, has creado un grupo exclusivo en el que os inventabais una clave para acceder, unas normas, un líder e incluso para los más creativos, un idioma propio que nadie pudiera entender. Ya sea una cabaña en el jardín, un fuerte con cojines y mantas, todos hemos tenido uno en la infancia.
#3 Tod y Tobby jugando al escondite.
¡Por mi y por todos mis compañeros! Todos hemos jugado al escondite de pequeños, admítelo. En la mayoría de los casos, esconderse a plena vista solía ser lo más divertido.
#4 Lilo y Stitch montando en triciclo.
Qué tiempos aquellos, en los que quedabas con un amigo, cogías la bici y te ibas a la aventura. Sin un rumbo fijo ni un plan predefinido, simplemente un grupo de niños con bicis descubriendo el pueblo en el que crecían y sintiéndose como unos exploradores que podrían descubrir un tesoro. Ojalá volver a aquellas tardes.
#5 Tiana y Charlotte jugando a disfrazarse.
¿Recuerdas cuando jugabas con tus amigos a disfrazarte de cualquier cosa? Ya sea con tus amigos o con tus hermanos, todos hemos jugado a los disfraces, incluso, hemos salido a la calle disfrazado, porque en esa etapa de la vida, no era muy importante lo que pensaban los demás.
#6 Nemo emocionado por ir a la escuela.
Cuando éramos pequeños e inocentes a todos nos encantaba el primer día de clase después del verano, material escolar nuevo, volver a encontrarte con los compañeros y el olor de los nuevos libros. Ahora ya no nos hace tanta gracia tener esas obligaciones y rutinas.
#7 La hora del baño de Dumbo.
Cuando éramos pequeños a todos nos hacía mucha gracia bañarnos en una bañera donde no cabía un juguete más. Esos tiempos de los patitos de goma, los submarinos, los coches «anfibios», eran el mejor momento del día.
