Si algo nos enseñó la Bella y la Bestia es que las apariencias engañan y la Bestia no es quién pensábamos que era. Bajo ese rostro de bestia, se encuentra a alguien muy romántico, que, en el fondo, sólo necesitaba a una persona que le devolviera la confianza en sí mismo. En este artículo os traemos X razones que apoyan nuestra teoría. ¡Vamos allá!
#1 Salvó a Bella de los lobos.
Sí, la Bestia fue el causante de que Bella se marchara, en eso coincidiremos todos, pero, también hay que reconocer que rectificar es de sabios. Y la Bestia, a sabiendas de que podría ocurrirle algo a Bella en el bosque, salió tras ella y le salvó la vida jugándose el tipo.
#2 Sorprendió a Bella con una biblioteca.
La Bestia sabía que Bella amaba los libros más que a nada y, por esa misma razón, lleva a Bella a la gran biblioteca del castillo, una biblioteca plagada de libros. La verdad, es que fue todo un detalle.
#3 Jugó con Bella en la nieve.
Y además, se vistió decentemente para ello. No nos olvidemos de la capa roída que llevaba al principio de la película, pero, en esa escena, vemos que sale al jardín para jugar en la nieve con Bella y es cuando empieza a notar que siente algo por ella.
#4 Organizó un baile para Bella.
Además de todo lo anterior, organizó un baile para Bella en el que no escatimó en esfuerzos, un gran banquete, una buena banda sonora para amenizar la velada y un baile.
#5 Empezó a tener buenos modales.
Esto es algo muy importante. Creo que casi todos podremos entender que, en ocasiones, no tenemos buenos modales, pero, en circunstancias especiales, pero, sobre todo, con gente importante pasamos a tener buenos modales.
#6 Alojó a Bella en una habitación de lujo.
No olvidemos que Bella era la prisionera de la Bestia y él no tenía ninguna obligación de alojarla en una habitación, pero, lo hizo. En ese momento no sentía nada por ella, pero aún así, fue un detalle.
#7 La amaba lo suficiente para dejarla ir.
Posiblemente, esto es lo más importante de todos. Amar, en algunas ocasiones, significa dejar de ir a las personas que más queremos. Es una decisión muy difícil, lo sabemos, pero a veces no queda más remedio que dejar marchar a las personas que amamos.