Ron Weasley es, junto a Harry y Hermione, uno de los componentes del Trío de Oro, cuya importancia es vital para los acontecimientos que se van desarrollando en las diferentes entregas, sin embargo, es un personaje que ha quedado bajo la sombra de Harry Potter. Por ello, hoy os traemos 7 razones para respetar y querer aún más a este personaje.
#1 Ron Weasley, en la primera entrega, le ofreció la mitad de su sandwich a un desconocido.
En la primera entrega, al menos, en el libro, podemos ver como Ron Weasley le ofrece la mitad de su sandwich a un persona que acababa de conocer apenas unos minutos. Y, aún por encima, ese era todo su almuerzo. ¡10 puntos para Gryffindor!
#2 Ron Weasley se sacrificó por el bien de Harry y Hermione cuando tenía 11 años porque pensaba que ellos eran importantes para él y que valía la pena salvarles la vida.
Esto acontece en la famosa partida de ajedrez en la que Ron Weasley consigue ganar la partida. En esta ocasión, Ron Weasley nos enseñó dos cosas:
- Para ganar, a veces hay que perder.
- Realmente, quería a Harry y Hermione.
Y, además, realizó varios movimientos suicidas para tratar de que no «comieran» a sus amigos, todo un detalle por su parte.
#3 Ron Weasley fue el primer amigo de Harry.
Harry se crió con sus tíos, que, de mala gana, le adoptaron. Sin embargo, a pesar de ser familia directa, nunca hicieron porque Harry se sintiera uno más, sino que, más bien, era la oveja negra de la familia. Harry nunca encontró el amor en ese lugar, pero, durante el viaje a Hogwarts, conoció a uno de esas personas que, más que ser un amigo, son parte de nuestra familia.
#4 Ron Weasley siempre invitaba a Harry a su casa.
Todos hemos visto la casa de Ron Weasley, además, tenía libros y túnica de segunda mano, pero, no por ello aprovechaba cualquier oportunidad en ofrecer su casa y su comida a Harry cada vez que no estaban en Hogwarts.
#5 Es un gran amigo de sus amigos.
En la segunda entrega, vemos como un aterrado Ron Weasley tiene que dejar de lado su aracnofobia para ir a ver a Aragog y, así, esclarecer la situación de Hagrid.
#6 No es racista.
Cuando Draco llama «sangre sucia» a Hermione, Ron no duda en defender a su amiga y tratar de hechizar a Draco por ello. El hechizo le salió al revés, pero la intención es lo que cuenta. J. K. Rowling se sirve de la palabra sangra sucia para designar a los magos cuyos padres son mugres (¿no te recuerda al racismo actual?) y, Ron, a pesar de ser un mago sangre pura, considera absurdo los prejuicios que tienen algunos magos sobre otros. ¡50 puntos para Gryffindor!
#7 Le hizo llegar a Harry la información sobre la primera prueba del Torneo de los Tres Magos.
Sí, a pesar de estar enfadado con Harry en ese momento, le hizo llegar la información de la primera prueba por otros medios, pero, al fin y al cabo, fue gracias a él.
En definitiva, Ron Weasley es una gran persona y un gran amigo, pero, a veces no le damos el crédito que merece.
