Mushu es único y sin él, la película de Mulán no sería la misma. Este personaje ayuda a quitarle hierro a muchas de las situaciones más tensas de la historia con su humor tan extraño y su peculiar forma de resolver los problemas. Es muy fácil sentirse identificado con él, o ver en el pequeño dragón la viva imagen de un amigo o conocido porque todos contamos chistes tan malos como él, o la hemos liado parda cuando lo que realmente intentábamos era ayudar.
En este artículo os lo vamos a poner muy fácil, porque estas son las señales que identifican a todas aquellas personas que realmente son como Mushu.
#1 Tienes mal despertar.

Eres una de esas personas a las que le cuesta la vida despertarse, no es grave, tan solo si alguien se atreve a decirte algo por la mañana, puedes contestarle mal.
#2 Los chistes malos te pierden.

En todo grupo de amigos hay una persona que no para de contar chistes malos, incluso puedes que seas tú esa persona. Da igual la situación en la que estes, siempre vas a contar chistes malos y no puedes evitarlo, como Mushu.
#3 Confías en el grillo de la suerte.

Eres un poco supersticioso, porque, de verdad, ¿quién confía en un grillo que se supone que da suerte? Muchos de vosotros os llevaréis las manos a la cabeza, sin embargo, hay personas que confían mucho en objetos, incluso en personas, bichos o animales que dan suerte.
#4 Te robaron la novia.

A muchos de nosotros todavía no nos ha pasado, pero, lamentablemente, hay personas que “roban” novias. Bien, no es tan esa palabra, que también, a veces, simplemente, una persona se da cuenta que no es feliz en una relación o bien puede encontrar a alguien más compatible, pero seguiremos usando el termino robar.
#5 Tienes mucha imaginación.

Hay ocasiones en las que, para salir airoso, hace falta tener una gran imaginación. En el caso de Mushu se nos viene a la mente cuando va a ver al consejero del Emperador a lomos de un oso panda.
#6 Preparas unos desayunos de 10.

El desayuno es la comida más importante del día y Mushu lo sabe, esa razón es la que le lleva a preparar un desayuno muy especial a Mulán, con carita sonriente incluida.