Disney nos ha hecho soñar con nuestro propio cuento de hadas, nuestras aventuras llenas de fantasía y nuestro final feliz en el que nos acompaña el príncipe azul hasta el final de nuestros días, con el que comeremos perdices y no dudará en salvarnos siempre que estemos expuestas a algún tipo de peligro.
¡Y todo eso gracias a unas películas de animación! Sabemos que son solo historias y que a veces hacen que tengamos unas expectativas gigantescas sobre el amor, las relaciones y las parejas, sin embargo, estás películas nos han hecho crecer sabiendo que nada es imposible y que si tienes un sueño debes protegerlo para conseguir cumplirlo.
Aunque estos príncipes escasean, por suerte hemos sido capaces de listar las señales que te ayudarán a identificarlos con facilidad y poder elegir correctamente a tu media naranja, porque si es un principe de Disney… mejor.
Es encantador

El primer rasgo del príncipe azul y uno de los más importantes es que es encantador, sin más. Es una de esas personas con las que da gusto estar, porque es atento, detallista… te tratará como a una verdadera princesa.
Aparecerá de la nada para cantar contigo

Todos cantamos en algún momento para relajarnos, ahora imagina que empiezas a cantar una canción en solitario y, de repente, aparece el príncipe para cantar a coro. De verdad, que sería maravilloso.
Tiene su propio caballo

En el contexto que exploran las películas de Disney, lo más normal era tener un caballo, en la actualidad nos conformaremos con que tenga coche (propio o familiar) para poder hacer escapadas.
Puede ser un poco fantasma

Según se mire, que el príncipe azul sea un poco fanfarrón puede ser un pro o un contra. Nosotros nos quedamos con que es un pro ya que lo hace más tierno.
Tiene unos ojos muy expresivos

Los ojos de un príncipe son muy expresivos. Cuando le miras directamente a sus ojos lo que te transmite en sinceridad, seguridad y amor.
Podría ser una rana

Bien es cierto que, podría estar hechizado y presentarse en forma de rana, incluso, podría estar disfrazado. Pero hay que tener fé porque un día se transformara en su verdadera apariencia.
Podría estar «disfrazado»

Al principio de la película, Bella está contando con mucho entusiasmo a una oveja un libro, que corresponde a la historia de Aladdin, donde efectivamente, nos encontramos con un príncipe disfrazado.