Al igual que es muy fácil identificar a un potterhead, también es muy sencillo identificar a un amante de Disney, sobre todo, porque los amantes de Disney somos de una forma concreta, aunque, también puede ser porque siempre estamos Disney en la boca. En cualquier caso, en este artículo os traemos una serie de señales para identificar a los amantes de Disney y, si eres un amante de Disney, te sentirás identificado al 100%.
#1 Cantamos.
Las canciones de Disney, en la mayoría de los casos, son una expresión de sentimientos y emociones y, nosotros, gracias a Disney, hacemos exactamente lo mismo, tanto cuando estamos felices como cuando estamos tristes cantamos y eso nos hace sentir mejor.
#2 No dejo que me engañen las apariencias.
Sabemos perfectamente que el físico de cada persona es una apariencia y que la verdadera belleza se encuentra en el interior, que es lo que dice como somos, no un mera apariencia física.
#3 Creo en mis sueños.
Es muy fácil dejar de creer en tus sueños cuando las cosas se tornan difíciles, pero, si Tiana se convirtió en una rama y aún así logro cumplir su sueño y encontrar el amor, ¡nosotros podemos con todo!
#4 Soy un abrazador.
Igual, antes de ver las películas de Disney no éramos tan «abrazadores», pero, cuando te das cuenta de lo que implica dar un abrazo, empiezas a dar más abrazos a las personas que verdaderamente te importan.
#5 No me disculpo por hablar con los animales.
Los animales, en muchas películas Disney, son los grandes amigos y ayudantes de los protagonistas. Lo importante es que son personajes en los que se puede confiar, desde Kronk a Kristoff podemos ver lo importantes que son los animales y, desde luego, nos encanta hablar con los animales.
#6 Aprendí a dejar ir.
La vida es dura, mucho, y una de las grandes cosas que hay que saber y entender es dejar ir, es decir, dejar atrás ciertas cosas para encontrar tu felicidad. Aunque, tal y como nos enseñó El Rey León, el pasado siempre estará ahí y tú decides qué hacer con él.
#7 Soy más yo y eso me encanta.
Las películas de Disney nos han enseñado muchas cosas, muchísimas y una de ellas es que si somos nosotros mismos, seremos aún más felices, porque, sino somos nosotros mismos, estamos engañando a todo el mundo y, en primer término, a nosotros mismos.